Procesión armónica (recorrido sonoro)

La primera procesión armónica tuvo lugar en Nueva York, donde viví gracias a la Beca Fulbright. Allí me di cuenta de que las personas vivían fuera de sí y de que la sociedad capitalista les obligaba a sobrevivir y a olvidarse de quiénes son en realidad. Así que busqué una manera de concienciarles y ayudarles a pensar mediante una serie de preguntas, y mediante un intervalo sonoro cantado o tocado por todas las personas que formen parte de este paseo.

Las preguntas irán repartiéndose en pegatinas u octavillas, y las notas a cantar y tocar se darán al comienzo del recorrido.

Está prohibido hablar. Romperías la armonía.

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